Hola soy Mayra; desde que nací he vivido rodeada de mujeres. Mi abuela tuvo 8 hijas, mi mamá tuvo cuatro más, entre ellas yo. Y años después Dios también quizo utilizarme como instrumento para traer a este mundo otras 3 hermosas mujeres.

Toda mujer ha sido creada con mucho amor y para un propósito especifico.

En mi caminar me he encontrado con mujeres que me han dado grandes enseñanzas de vida. Con mujeres buenas, espirituales, sabias, generosas y alegres. También con aquellas que al conocerlas ves en ellas sus limitaciones, sufrimientos, su falta de confianza, o su falta de formación.

Sin embargo, todas fuimos creadas con grandes talentos y capacidades y la posibilidad de convertirnos en mejores personas cada día y encontrar esa motivación que nos hará buscar nuestro objetivo.

Desde hace varios años me he dedicado al area de la enseñanza y la formación. Cuento con un diplomado en educadora de la fe y formación humana. Y estoy certificada como life coach y  tengo una certificación de acompañante espiritual católica por la Diócesis de Tulsa.(Spiritual companion).

Hoy estoy aquí, ayudando a formar mujeres integras en el desarrollo de todas sus facetas, basadas en la dignidad de la persona, tanto en lo social, lo espiritual, lo afectivo y lo intelectual, de forma que sea capaz de establecer propósitos de cambio positivos consigo misma, con los demás, con su entorno en el mundo y principalmente con su alma.

Y así surge Hispana Católica, con el objetivo de impulsar a mujeres que deseen luchar cada día por ser mejores hijas, hermanas, amigas,  esposas, madres, compañeras. 

Siendo un lugar donde se puede encontrar esa orientación de vida para la mujer, ayudándola a formarse y así pueda llegar a ese encuentro con si misma, pero principalmente con el gran amor de Dios, que la lleva a tener esperanza y la anima en todo momento a ser mejor, a ser una mujer de Dios.

Todas hemos llegado a este mundo por el gran amor que Dios nos tiene, Dios es el autor de nuestra existencia y cada una de nosotros tiene que encontrar ese mejor camino, ya que habrá un día en que tendremos que regresar con Dios y dependerá de ti si al regresar llevas tus manos llenas o vacías.